jueves, 24 de mayo de 2007

Un nombre que vuelve a la vida...Parte 1

El fin principal de este espacio es rescatar toda aquella música nacional perdida...Si bien, Los Abuelos de la Nada son bastante tenidos en cuenta, hay ciertas partes de su historia (esas que no incluyen al nabo-serrucha-pisos Calamaro) que fueron olvidadas...

Aquí les va una entrevista, publicada en la mítica Canta Rock del `85, de cuando Miguel estaba vivo...

Miguel Abuelo y Los Abuelos de la Nada: el pop del Cono Sur (Reportaje de Pipo Lernoud, quien formó parte de la composición de temas del rock de acá)




-Contá cómo empezaron los Abuelos...

-Surgieron a partir de una mentira. ¿Te acordás de que en la época en que el "Ayer nomás" de Los Gatos estaba vendiendo muchísimos discos, te llamó Ben Molar para hablar de la edición de la partitura y otras cosas? Yo me colé en la reunión y me quedé en un rincón escuchando. Ben Molar me miraba. Al final me preguntó si yo tenía un grupo. Yo no tenía nada, pero le dije que sí. Cuando quiso saber cómo se llamaba, me acordé del libro de Leopoldo Marechal que había estado leyendo: "El banquete de Severo Arcangelo". Había una frase que se me había quedado pegada en el coco: "Los Abuelos de la nada". Se la dije, como si fuera realmente el nombre de un grupo. Todo mentira, por supuesto.
Ben Molar estaba impresionado, porque lo sorprendía esta gente melenuda que se movía con un estilo diferente. Los Gatos habían batido todos los records de venta, así que él tambien quería producir un disco así. Se tiró a la pileta ahí mismo, diciendo "Tienen hora de grabación en CBS dentro de tres meses, a tal hora, con el productor Jacko Zeller. Ensayen bien sus canciones y vengan."
Así empezaron los Abuelos de la Nada. De la nada, realmente.

Nosotros nos quedamos atónitos, te acordás? Nos fuimos corriendo a Plaza Francia, donde se juntaban todos los vagos y delirantes melenudos de la època, a buscar músicos para armar los Abuelos. Conocimos a un guitarrista, Claudio Gabis, un pibito virtuoso que se copaba con los blues, y que estaba ensayando con Javier Martínez para formar lo que despues sería Manal.

Los delirantes

Claudio nos dijo que estaba dispuesto a ayudarnos y grabar en el primer simple, pero no integraría el conjunto porque su proyecto de blues porteño con Javier era lo que más le copaba.
A Pomo lo encontramos dentro de un par de pantalones super finitos, llenos de parches, con unos pelos muy largos, caminado a los saltos, como un bailarín. Era uno de los "naufragos" de Plaza Francia.
Pappo era un personaje, con su vozarrón y su pinta de metalúrgico duro ya delineándose detrás de la facha de hippie náufrago. Tenía 18 años y venía de tocar en un conjunto folklórico. Se había dejado crecer las lanas porque el avance incontenible de la polenta rockera había despertado su instinto salvaje. Era fanático de Jimmi Hendrix...

-Sacaba los solos de Hendrix en la viola criolla berreta que traía a la plaza...

-No teníamos nada. Gran parte del equipamento del grupo vino gracias a la guita que cobraste por Ayer nomás. Y tu vieja ponía la cara seria para cuidar que los contratos, los horarios...pobre, tenía que domar una manada de caballos salvajes y hacernos ir al estudio, ensayar, etc.

Nosotros eramos carne joven y reidora que circulaba por Buenos Aires. Dormíamos en las playas de Olivos y en las plazas del centro.
Moris rompió con el esquema compositivo del Club del Clan, -la música popular plástica de aquel momento- al poco tiempo Litto grabó con Los Gatos, y despues salimos nosotros. Eramos gente desprovista para enfrentar la máquina tragamonedas del consumo. Eramos una banda de raros, peleados con las familias, con la sociedad, negando las tradiciones y otros moldes enmantecados. El Rock apareció como una forma bohemis, una necesidad de vida. Nosotros queríamos VIVIR con mayúsculas.


Larga vida a un tipo que se jugó sin dudarlo ni un segundo por lo que amaba: la música en una época jodida.

Volverá el tiempo de los bohemios, creadores del buen rock? Espero...

domingo, 20 de mayo de 2007

Cómo pedirle perdón a los prejuicios, y re-escuchar Pan

Esta semana fue bastante Spinetteana para mí. Razones me sobraron. Pero vayamos por partes, como decía Jack...(el destripador! en fin...)

1) Pablito, un operador de radio amigo, fanático del Flaco él (y con mucha razón, por haberlo ido a ver tantas veces, antes de que yo deje de ser una estrellita, o sea, antes de que naciera) me preguntó hace unos días:



-"Qué te parece Pan, el nuevo disco del flaco?" (nota: el disco salió a mediados del 2006).

-Yo (bastante soberbia de pronto): "Nada, porque es lo mismo de siempre pero más lento"

-Pablito: "noooooo, nada que ver! volvió! el tipo volvió a Jade!"

-Yo: "Nada que ver, Pablo. Nada que ver..."

-Pablito: "Escuchalo de vuelta y despues decime..."

-Yo: "Sí, sí, lo escucho y te digo..."(nota: no estaba en mis intenciones volverlo a escuchar)

Anoche, Sábado 19 de mayo, el hombre en cuestión tocó en un teatrito de provincia.
Siempre presente, fuí con mi mejor amiga a verlo, claro.

Al márgen de la calidad del show (que fue excelente, pero eso se verá en el punto 2 de este post), me pasó algo sobresaliente. Como era lógico, su concierto se basó en la eterna presentación de su disco "nuevo", y al escucharlo con atención, despejando mi cerebro de prejuicios, me pareció oirlo nuevamente (que no es lo mismo que escucharlo). Y descubrí que era verdad, que la recomendación de mi operador preferido era totalmente válida.

Y aquí inserto la pregunta obligada: ¿Cuántas chances le diste a un disco? ¿Cuántas veces existe la oportunidad de arrepentirse por una mala crítica?

Respuesta: yo te diría que abras los oídos y la capocha, y dale tranquilo nomás!
Cada escucha tiene su tiempo, cada disco tiene su tiempo. Algunos son totalmente atemporales, y muchas veces nos falta "preparamiento psicológico" para aventurarnos en algo nuevo. Pero todo llega, y tenemos que saber encontrar el momento.

Y sí: la verdad es que, una de las virtudes más rescatables de Luis es saber reinventarse, y que él sepa que sigue siendo un longevo atemporal, pero que conserva la esencia intacta del primer día.

Por cierto: el disco sí se parece a lo que hizo en Jade.

2) Aclaraciones varias:
En el primer post, mencioné y mal-intencioné los pantalones de leopardo que Luis usó en el concierto por los 40 años del Rock Argentino.

La verdad es que son los pantalones que utilizará en toda su gira 2007, que, por ahora, comprende 2 fechas más: en San Martín y en Merlo.

Y si no, observen la foto tomada por mi amiga, La China...



(jeje! Muy sobrio como siempre, con un saco do-ra-do!)


3) Si tiene la oportunidad de asistir a un próximo recital, no lo dude: anoche sorprendió con temas como "El enemigo" de Silver Sorgo, "Los libros de la buena memoria" de Invisible, en una versión extendida de 15 regios minutos, "A Starosta, el idiota" de Artaud, y "Tony", de Los Socios del Desierto, entre otras...

Gracias Luigi! Buenas noches!

martes, 15 de mayo de 2007

Si la historia la escriben los que ganan...(eso quiere decir que hay otra historia!)

A veces me siento un poco desalentada al ver que hay tanta historia dando vueltas, tantos que te la cuentan de diferentes maneras, y uno, que se siente super poderoso y vulnerable, desea con todas sus ansias haber vivido esos días sin venderse ni un poco.

Seamos realistas: la payola existe hace banda. Y qué? o cómo? Cómo podés hacer vos, fuera y dentro del sistema, para no ser uno más del montón? Cómo podés respetar tu pensamiento, defendiendo algo tan vendido como el rock?

Te lo dije: o no te comés ni una, o te las mandás todas. Y si no te comés una, cómo hacés para que te guste algo? Te vas a ver alguna bandita under? Te recuerdo a Los Tipitos, que se cagaron de hambre durante 20 años, y ni bien tuvieron la posibilidad, entregaron el totó y grabaron el disco más comercial del verano, olvidándose de todos los que los ibamos a ver, cuando no llenaban ni un Marquee. O Charly, que se cagó en nosotros, los descendientes de los que lo iban a ver en los 70, y nos dejó de garpe más de una vez (por no decir SIEMPRE, desde hace 5 años como mínimo).

Y si te las comés todas, sos un negado. Aceptalo y que te importe todo un carajo. Bah...serás uno más del montón.

Yo me quedé en los 70...(será porque los 60 fueron 3 putos años nomás?), y, sin embargo, sé que la merca en ese entonces era la que te definía una canción. Y que muy pocos fueron los iluminados que te cantaban la justa en épocas en donde no se podía respirar.

Suena loco, pero...y si hacés como ellos? Y si encontrás un lugar en esta fuckin´ ciudad que te deje vivir, en vez de sobrevivir? Y si encontrás un lugar en vos, en tus libros, en tus discos?

Y si encontrás el mensaje en la botella que nada, qué pasará?

Dejá de llenarte los oídos con lo que te imponen los "grossos" de la tele y de la radio. Volvé a tu música, que no está mal quedarse en el tiempo, si ese tiempo pasado fue mejor.

domingo, 13 de mayo de 2007

Ladren lo que ladren los demás!

Según investigaciones realizadas por mí (claro!), el tema que más cola trae es el de la interpretación de las letras de los músicos.

Si te ponés a pensar y leer una canción de Luis Alberto Spinetta, te darás cuenta de que hay palabras que dificilmente usarás en tu cotidianeidad, como plexo, alcanfor, arjo, topacio, mandala. En fin...hay muchas palabras que quizás te hacen perder el sentido de la letra. Como las canciones en inglés, que a veces, por los juegos del idioma, no llegás a entender qué dijo en tal parte. Y eso difiere en lo que quiso decir realmente.



Se que me estoy metiendo en un laberinto difícil de sortear, pero bueno, haré el intento de ser lo más clara posible. Y tranquilos, que no voy a caer en la gran "filósofo Alejandro Rozitchner" y sacar un libro que se llame "Escuchá qué tema!", tratando de plasmar una apreciación colectiva de lo que quiso decir el cantante cuando dijo...bla bla bla...

Yo, por ejemplo, cuando escucho una canción de Los Redondos me vuelo a la estratófera, y a la vez, son mi cable a tierra. Creo que no hay nada mejor, tanto compositiva como musicalmente. Y sin embargo, no me encasillo en escucharlos sólo a ellos. Escucho lo que me da placer, escucho para saber y aprender. Para aceitarme el oído y saber que lo que escucho me gusta o no.

Cuando oigo al Indio me siento súper reconocida en las cotidianeidades que canta, no necesariamente porque me hayan pasado como a él, sino que me pasa algo parecido, y el cerebro se me llena de polaroids de lo que yo imagino. Que seguramente no es lo mismo que vivió él. Y a pesar de eso, a pesar de no entender la mayoría de las cosas que canta (porque, quién entiende lo que canta el otro si no viviste en la carne del chabón?) quién te dice qué lo que pensás que es, es? Quién te garantiza que las imágenes que te nublan las retinas son las acertadas y son las que lo invadieron a él?

Pero, quién dijo que todo está perdido? Tratar de interpretar lo que quieren decir cuando dicen, me trajo más de un dolor de cabeza. Pero muchas más alegrías. Por ejemplo: si hay un disco del Flaco que se llama Artaud (dedicado especialmente a él, por lo que le transmitió), por qué no ponés a leerte algo de Antonin? Si el Indio viene snifado por Tommy, por qué no te das un tiempito para verte la peli y escucharte la ópera de los Who?

Es una simple recomendación. No por eso vas a ser más (o menos) iluminado o pispireta. Pero el mejor resultado es saber algo más sobre lo que te gusta. El orígen de lo que disfrutás. Que seguramente sea el orígen de lo que disfrutarás y tomarás como propio.

En síntesis: ese "qué quiso decir cuando dijo..." es moneda corriente en las tertulias y pláticas que dan vueltas por el país (por lo menos, mi viejo y mi prima creen que soy un Pequeño Larousse Ilustrado, sin darse cuenta que no puedo leerme un libro de Freud sin que me den calambres!).

Pero, en serio...hay letras de canciones que uno se maldice y maldice a quien la escribió, pensando Cómo carajo se le ocurrió escribir-decir eso!?
Sin embargo, sigo creyendo (al igual que varias personas más) que lo importante es cómo te hacen sentir esos que cantan tu dolor, tu ira, tu amor, tu vida.



Yo encontré más de una canción que me describe perfectamente. Y otras que ya no puedo ni escuchar.

Sino, por qué hacés fondo blanco cuando escuchás ese tema que te pone de la boina? Por qué prendés un cigarro (o lo que fuera) cuando te pasan ESE TEMA? Por qué el bobo no aguanta más cuando todos los caminos conducen a ESA CANCIÓN?

In fin...A vivir, que son dos días: descolgalos del laurel!

sábado, 12 de mayo de 2007

Tomate un minuto y leete a Capusotto!

Maldito matutino C que saca notas que me interesan!

Pero, como dice un profesor mío (aunque sacado un poco de contexto): "El periodismo que se autoproclama independiente de ese poder económico dominante por no responder a sus intereses es igualmente utilizado como herramienta política de aquello que podría ser llamado contrapoder...". In fin...los dejo con la entrevista!




-¿Cuál es tu relación con el rock?

-Yo soy del 61. Mi contacto con el rock pasa a través de mi hermano, que era ocho años mayor que yo. El me empezó a bajar línea. Me acuerdo que cuando yo tenía 12 se compró un long play de Santana, que lo gasté. Cuando cumplí 14 me regaló uno de King Crimson.

-¿De qué barrio eras?

-Nací en Castelar, pero a los 7 nos mudamos a Villa Luro. Ahí pasé 30 años. Y es importante el dato para mi formación musical, porque mi barrio quedaba pegado a Floresta, que tiene una gran tradición rockera. Los Memphis eran muy amigos de mi hermano. En el barrio había una banda emblemática en esa época, que era Carolina. Muy rollinga. Ahí llegó a tocar Gringui Herrera. También me acuerdo de Pies ligeros, otro grupo.

-Esa fue tu formación...

-Claro. Por eso cuando conocí al Griego y me mostró los videos que tenía y la música que le gustaba, coincidimos plenamente. Toda la música que pasamos en la tele la conozco y me vuela la cabeza: Humble Pie, Focus, Patti Smith, Grateful Dead. A pesar de que yo al principio era cerrado: estaban los chetos y los rockeros y yo era rocanrolero. Me gustaban los Stones, me costó aceptar a Los Beatles. Esa cosa de aguante, ¿no? Esa falsa idea de los Rolling duros y Los Beatles blandos. Muy de la adolescencia. Por suerte abrí mis orejas a tiempo.

-¿Cuándo sentís que te alejás del rock, si es que te alejaste?

-No, nunca me alejé. Pero hubo una pérdida que me pegó fuerte, que fue la muerte de mi hermano. Yo ya estudiaba teatro. Me fui metiendo cada vez más en el mundo de la actuación. Iba al Parakultural, lo veía a Urdapilleta, me conecté con otro tipo de gente. Dejé de comprar discos, pero no de escucharlos.

-¿Pensás que el rock de los 70 es mejor que el actual?

-No, no sé. Es la música que a mí me gusta. También me gustan mucho Nirvana, los Chemical Brothers; no sé, hasta hay cosas de Moby que me gustan. No hay nostalgia en Peter Capusotto, sí cierta ironía. Tratamos de no tomarnos muy en serio a nosostros mismos y a este movimiento que tuvo su peso específico, que amamos y al que estamos vinculados desde lo emocional, pero que se instaló en un lugar muy contradictorio. Algunas bandas, como los Stones, parecen empresas que hacen música.

-¿Por qué te gusta particularmente ese rock?

-Mirá: creo que hubo una época entre mediados de los 60 y mediados de los 70 que fue gloriosa. Cada banda se superaba, sacaba un long play mejor que el otro y realmente se prendían fuego. Los Stones escuchaban Sgt. Pepper y decían: "¡Mirá estos hijos de puta de Los Beatles lo que están haciendo! " y sacaban Sus majestades satánicas. Se incendiaban. Por eso muchos duraban tan poco. Yo creo que todo lo intenso muere rápido. El punk fue otro movimiento interesante. Horses, de Patti Smith, es uno de mis discos preferidos.

-¿Qué pasó con Fabio Alberti? ¿Por qué no lo hiciste con él?

-No pasó nada. Estamos juntos haciendo teatro, con Qué noche Bariloche. Nos va realmente muy bien, giramos mucho por el interior. Está bueno. Eso no quita que no tengamos proyectos paralelos. El está en la radio, tuvo un programa en Ciudad Abierta y además no sé si a Fabio le interesa hacer un programa de rock. Sabemos ubicarnos en nuestras propias inquietudes.

-¿Por qué pensás que el programa no se puede emitir por un canal comercial?

-Porque es chiquito. De garage. Es lógico que estemos en Canal 7. Canal 13, Telefé, tienen otra mirada. ¡Canal 7 no va a trasmitir Boca-River! De todos modos, te digo: Canal 7 tiene fama de ser un canal soporífero y aburrido y para mí no hay nada más aburrido que Gran Hermano. Hablo desde una perspectiva personal: es un programa tonto. Pero no me quejo. Estoy donde tengo que estar, donde quiero estar. El negocio me pasa de largo pero vivo bien.

-¿Tenés familia?

-Sí, eso me salva. Mi mujer María Laura y mis hijas Elisa de 8 y Eva de 4. Yo a veces me desacomodo, no está mal estar desacomodado. Pero el único punto en que me pondría a negociar es por mis hijas. Mi mujer y yo nos defendemos solos, pero las nenas, no. Cuando sean grandes sí; es la naturaleza. Pero ahora si tengo que sacrificar algo es por mis hijas.

-¿Volverá "Todo x 2 pesos"?

-No, no creo. También debo decir que con Peter Capusotto tenemos pensado parar ahora en invierno, hacer una serie más a partir de setiembre y chau.

-¿Por qué?

-Porque se agota el tema, porque nos cuesta mantener el nivel y porque está bien así.

-¿Volverías a hacer "Cha cha cha"?

-No, en absoluto. Fue bárbaro, pero ya fue.

-¿Tenés alguna asignatura pendiente?

-En la tele no. Tal vez me gustaría formar una banda de rock.

-¿Y tocar la batería?

-No, quiero cantar. Más o menos me la rebusco, desde lo corporal me sentiría seguro y es algo que me daría placer. ¿Te lo podés imaginar? El rock da para todo."



Y además...

"De acá me volaron la cabeza Almendra, Pescado Rabioso, Manal, Los Redonditos y Sumo".

Je! un genio Peter!

Se dan cuenta de que el Rock es perjudicial para la salu´? jejeje

viernes, 11 de mayo de 2007

No lea basura, lea libros!

El suplemento pseudo-anarco-free del matutino de la gran C, se pregunta "¿El rock se mide como el rating?". Y yo le pregunto a este psico-bolche-pequebú si desde Palermogólico (según mi amigo personal, Marito) uno puede hacerse esa Gran Pregunta Que Tanto Aquieta a los Argentos.


Ya lo decía Luca...In fin...los dejo con el expresionismo vivo...

"Ni el zumbido en los oídos que dejan sendos ruidosos shows de Motorhead (viernes, Luna Park) y Buzzcocks (sábado, Niceto) acallan el rumor. Es como un bisbiseo y lo vienen trayendo desde hace tiempo músicos, managers, prenseros, pinches y chismosos: Bersuit va para atrás. La referencia no es hacia ningún tipo de auto-boicot, sino que está relacionada con la venta de entradas para el River de mañana. Lo cuentan los de las bandas grandes y los de las chicas, los ricos y los pobres, los amigos y enemigos, todos con una especie de recelo gustoso. Pensar que algunos de ellos después salen abrazados en las fotos, plenos de falso coleguismo...

"Mientras, Cordera y cía. salen a dar todas las notas posibles, se edita puntualmente un libro sobre la banda y hasta merodean el golpe bajo con declaraciones que pudieron entenderse como "último show último". Está claro, Bersuit quiere llenar y sus métodos para lograrlo son, si se quiere, legítimos. ¿Va a ser Bersuit una banda genial por llenar River y una pésima por no llenarlo? Nunca, en ningún caso. ¿Dejarían de escucharlos sus seguidores, si mañana advirtieran que no son tantos? En todo caso, no serán socios en la pérdida, como tampoco lo son en la ganancia. Su incentivo es escuchar la música del grupo y no hay índice económico que mida las sensaciones de involucrar los sentidos.

"En algún momento y casi sin que nos diéramos cuenta, el rock pasó a medirse con cuenta-ganado. Cosas que no tendrían que importarle a nadie excepto a los protagonistas, como el rating y las entradas vendidas, están en boca de todos y alimentan la corriente principal que, a falta de una subterránea, aparece como voz única.

"Si después de la tragedia de Cromañón la discusión del rock va a seguir pasando por los números (y créanlo que es así), entonces que los músicos hagan sonar sus chequeras y que los shows tengan lugar en un banco. Pero antes, que habiliten los lugares para que el under vuelva a crecer, que todavía somos muchos los que queremos ejercitar el derecho a escuchar música que aún no cotice en Bolsa."

Ponele que este suplemento lo lean pibes y pibas de 16 años...con toda la furia, con las pocas ganas que tienen de leer a alguien que hable por ellos, porque, claro...a esa edad, somos todos re anarcos, quién les va a cambiar el marote? o qué? Un artículo en donde te hablan como si fueses un nenito de jardincito de infantes?
Hay que dejar que los pibes vayan ciegos al fuego...algún día se darán cuenta. Y si no lo hacen, dejalos: no quieren darse cuenta. Y la Bersuit no es la única banda que lucra con el "merchandaisin" del Gran Show (andá enumerándotelas en la capocha...).

O sea: basta de iluminismo barato o de tratar de ser el Gran Ojo Que No Parpadea de la crítica social. Lamentablemente, no sólo las bandas lucran consigo mismos, sino los periodistas que se autoproclaman del palo, y que por arriba de la mesa (encima!) te agarran el disquito nuevo que salió fresquito de Pop Art. Y te lo repiten tantas veces al tema, que hasta te lo fuckin´ aprendés!




Gentes, lamentablemente, el Rock es lo que es. Vas a estar de acuerdo o no con lo que te proponen. Está en vos que no te comas una, o que te las comas todas y dobladas.

Cómo ver un recital del Flaco y no matar a todos en el intento...

A manera de inauguración de este espacio en donde expresaré mis más profundos pensamientos sobre lo que me interesa y a lo que me dedico, llamese Rock Nacional-Progresivo-de acá, voy a hacer un breve comentario sobre el inicio del Festival por los 40 años del Rock Nacional organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación y bla bla bla...Bla!

Todo comenzó con un Moris que pareció sacado de la ultratumba, y que cantó lo que tuvo que cantar, entonando como tenía que entonar, aunque haya pedido que el mic esté al mango, y se haya movido como un Sandro y los de Fuego. Pero bien...había que terminar con El Oso, y cantó El Oso, nomás...Bien el viejito...agitó todo lo que pudo, y ahí fue, al fuego directo.

Luego, subió un Lito Nebbia que parecía pasado de copas, asemejándose a un cantautor muy conocido por su "embebimiento". Pero el tipo desenpolvó todas sus canciones de los 70 y 80 (esas que lo hicieron dejar el país en su momento) y batió un repertorio compacto, parejito y acompañado de un muy buen sonido. Ariel Minimal en segunda guitarra, y allá fue.

Antes del final de la mano del "Flaco Ezpeleta", la Superbanda volvió a romper cabezas. Aunque muchos de los que estabamos ahí no habíamos visto a los integrantes en su estado más puro, supimos qué cantar cuando fue el turno de esas que "sabemos todos".

A saber---> Machi Rufino en bajo (ex Invisible, ex Pappo´s Blues)
Rodolfo García en batería (ex Almendra, ex y actual Aquelarre)
Héctor Starc en voz y viola (ex y actual Aquelarre)
Ciro Fogliatta en teclados (ex Los Gatos y miles y miles de bandas más)

Entre tantas canciones, un deleite fue la cancionetta de Aquelarre "Canto (desde el fondo de las ruinas)" y, cómo de que no, "Despiértate Nena!". Un lujo. Sin embargo, todo el ambiente ("candy point" según algunos) estuvo listo para que subiera el Ex Pescado Rabioso David Lebón.

Ahora sí...todos listos (y sobre todo, muy rompepelotas) para ver al Flaquito Spinetta, presentado con bombos y platillos por un Ruso Verea que, se notaba, estaba bastante a gusto con lo que estaba sonando.

Palabras más que sentidas, Luigi subió con anteojos gota, y un criticado (por moi) pantalón de leopardo, que no le sentaba, pero bueno, allá él...Ahí sí, afinó la voz y se largó con toda una lista de temas esperada, pero que de su boca se escuchaba mejor que en mi imaginación. "A Starosta, el idiota", "Laura va" y "Seguir viviendo sin tu amor" fueron las más aclamadas, a una banda de freaks que sabe muy bien lo que toca. Como siempre, Gracias Flaco por tanto Rock!






(ooohhh! que el Luis volvió a los 80? )

postdata: gentes, por favor, aprendan de una vez y para siempre a ir a un recital. No jodan a los demás con sus comentarios estúpidos, ni dejen el cuerpo muerto para tirarse encima de otros, porque no ganan nada con ver a los artistas más o menos cerca. Un consejo, media pila aunque sea. Gracias.