martes, 19 de febrero de 2008

Tipitos Villanos (la culpa no es del chancho)

Hace unos meses caí en la cuenta de la hipocresía. Viendo en la caja boba uno de esos informecitos que recopilan y descontextualizan mucho, un pibe con la remera de Almafuerte fue a un concierto de Miranda!. El chaboncito bardeaba gratuitamente a todos los que ahí estaban, sin poder explicar por qué había ido a ese recital. "Acompañando a una amiga" y "nunca sería amigo de gente que venga a verlos" fueron sus incoherencias.

Quizá sea un poco retrograda mi idea, pero, ¿no era que la música nos unía? ¿No era que todos eramos amigos en un recital?

Ya no se qué discutimos: las letras, las melodías, la onda, la gente...y por esta disyuntiva, se me hace difícil ir a un recital sabiendo que la cosa está peor, y no sabiendo cómo vas a salir de ahí.

Casualmente, el último disco "nuevo" que escuché forma parte del título de este posteo. Y lo escuché. Y no me gustó.

¿Y no me gustó por qué? Por un error mío, o quizá de ellos. Creí que cada banda tenía una identidad, acuñada por una serie de melodías que iban variandose y no repitiéndose. Por un conjunto de palabras que defendían algo de lo que creía era su bandera.

¿Siguen habiendo banderas? ¿Nos seguiremos enarbolando con algo que ya perdió su sentido?

Todo esto y mucho más en los próximos años del rock.